Vengo a hablarte de esta realidad como una persona que lleva más de 5 años viviendo 100% del internet y trabajando desde más de 20 países. Cuando empecé, tenía una idea muy romántica de este estilo de vida de ser nómada digital, alimentada por las fotos perfectas que veía en Instagram.
La realidad, como siempre, es mucho más matizada y honestamente, más interesante. Hoy quiero compartir contigo esas verdades incómodas, divertidas y liberadoras sobre el nomadismo digital que casi nadie te cuenta, pero que son esenciales para saber si este estilo de vida es realmente para ti.
No necesitas «ser tu propio jefe» para vivir así (y la mayoría no lo son)
Este fue mi primer gran shock. Cuando llegas a un hub de nómadas digitales, como Bangkok o Ciudad de México, te das cuenta de que la gran mayoría de nómadas que conozco trabajan remoto con horarios de oficina, solo que lo hacen desde una cafetería en lugar de un cubículo.
Son contados con los dedos de una mano los nómadas que, como yo, tenemos nuestros propios negocios. La realidad es que la figura del freelancer o emprendedor es minoritaria. La mayoría son empleados por cuenta ajena que han negociado el trabajo remoto con sus empresas. Esto es una excelente noticia, porque significa que no necesitas montar tu negocio desde cero para empezar a viajar. ¡Puedes hacerlo con el trabajo que ya tienes!
Es mucho menos «aesthetic» de lo que piensas
Esas fotos en cafés con vista al mar con el MacBook perfectamente alineado son, seamos sinceros, el 1% de la realidad. La foto se toma en 10 minutos, pero el trabajo de verdad sucede en otro lado. La mayoría del tiempo necesitas tres cosas básicas: silencio, una silla cómoda y un WiFi confiable.
La verdadera trinidad sagrada para un nómada digital que necesita entregar trabajo no es «vista, mar y café bonito». Es mucho más práctica:
- Silencio (o control acústico): Intentar concentrarte en un café ruidoso, con licuadoras, conversaciones ajenas y música alta, es una batalla perdida. Para tareas que requieren profundidad (escribir, programar, analizar datos), el silencio es un lujo no negociable. Esto significa que, aunque estés en Bali, tu «oficina» probablemente será la mesa de tu habitación con la puerta cerrada, no la terraza de un beach club.
- Una silla cómoda (ergonomía es clave): Puede sonar aburridísimo, pero después de la segunda hora de trabajo, una silla de plástico de café se convierte en un instrumento de tortura. El dolor de espalda es el compañero de viaje no deseado de muchos nómadas novatos. Invertir en un espacio con una silla decente, o incluso en un cojín lumbar portátil, es invertir en tu salud y en tu capacidad de trabajar sin sufrir.
- WiFi confiable (tu conexión con el mundo): Un internet inestable es la principal fuente de ansiedad. No hay nada que te baje más rápido de la nube del «paradise working» que que se corte la llamada con tu cliente o que no puedas subir un archivo pesado a tiempo. La primera pregunta al elegir un alojamiento ya no es «¿Qué tan bonita es la piscina?», sino «¿Me puedes pasar un screenshot del test de velocidad del WiFi?». Priorizamos funcionalidad sobre fotogenia.
👉 Recomendación personal: Holafly
Hablando de WiFi, déjame contarte un game-changer para mí: las eSIMs de datos. Después de sufrir con redes inseguras de cafés y aeropuertos, encontré una solución que me da tranquilidad absoluta.
Con los ojos cerrados, te recomiendo Holafly. He tenido una experiencia muy positiva y creo que puede ser útil para otros viajeros. La gran ventaja es que llegas al país y ya tienes internet inmediatamente, lo cual es un salvavidas para moverte del aeropuerto, usar mapas, o para esos días en que el WiFi de tu alojamiento falla y tienes una reunión urgente. Es tu red de seguridad.
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Entonces todo esto se traduce, casi siempre, en trabajar desde tu habitación o desde un espacio dedicado en un coliving. Romper con la expectativa del «nómada Instagrameable» es uno de los mejores favores que te puedes hacer. Aceptar que la productividad real rara vez coincide con la estética de las redes sociales te ahorrará frustración.
En lugar de sentirte fracasado porque no estás trabajando desde la orilla de la playa, celebrarás haber encontrado un coworking cómodo. Valorarás más un apartamento con un escritorio amplio que uno con una vista increíble pero sin espacio para trabajar.
Al final, se trata de encontrar tu versión de la productividad. A veces será fotogénica, pero la mayoría de las veces será funcional, cómoda y, sobre todo, efectiva. Y eso, al final del día, es lo que te permite financiar y disfrutar de este estilo de vida increíble.
Balancear trabajo y viajes es un reto constante (sobre todo al principio)
Este es un punto crucial. Llegas a un país increíble, pero tienes reuniones, pendientes y trabajo por hacer. La tentación de salir a explorar es enorme, y la disciplina se vuelve tu mejor aliada.
Te va a pasar: verás el atardecer perfecto desde tu ventana mientras estás en una call de Zoom. 😂 La clave está en planificar. Bloquea horas específicas para el trabajo y horas específicas para el ocio. Trata tus horarios laborales con la misma seriedad que si estuvieras en una oficina, o terminarás trabajando hasta tarde y perdiéndote lo que viniste a disfrutar.
Lo que nadie te dice:
- El «síndrome del turista pendiente» es real: sentirás que te estás perdiendo de la experiencia por culpa del trabajo. La ansiedad por aprovechar cada minuto puede ser agotadora.
- La solución no es trabajar menos, sino ser más inteligente: establece horarios fijos (ej: 9am-3pm) y cúmplelos como si estuvieras en una oficina física.
- Quédate más tiempo: la verdadera magia aparece cuando te instalas más de un mes. Así reduces la presión por «verlo todo» y puedes equilibrar mejor trabajo y exploración.
Mi consejo práctico: trabaja en bloques intensivos por las mañanas para tener tardes libres o viceversa, esto depende mucho de qué quieras hacer durante el día, y comunica claramente tu disponibilidad a clientes o equipo. La productividad planificada te dará libertad real para disfrutar después.
La gran mayoría de «nómadas» que ves en redes realmente no lo son
Hablar de nomadismo se puso de moda, pero la definición se ha diluido mucho. Muchos de los perfiles que ves son influencers de viajes en viajes puntuales de 2 semanas, o gente que trabaja remoto pero desde su ciudad de origen.
El verdadero nómada digital es quien integra el trabajo y el viaje de forma sostenible, cambiando de base cada varios meses, no cada fin de semana. No te sientas menos si tu realidad no se parece a la de alguien que está de vacaciones perpetuas. Son dos cosas completamente diferentes.
Cada vez es más caro (especialmente si estás solo)
Esto duele, pero es la verdad. Los costos se han elevado. Los Airbnbs y alojamientos a corto plazo han subido un montón, y los destinos que antes eran «baratos» ya no lo son tanto.
Mi presupuesto en 2020 era de $1000 al mes, y con eso alquilaba un apartamento de 2 cuartos y 2 baños con todos los servicios incluidos (lo compartía con mi hermano). Hoy, ese mismo dinero no te alcanza ni para un estudio en muchas capitales populares. 😥 La inflación global y la popularidad del estilo de vida han hecho que tu dinero ya no rinda como hace 3 o 4 años. Planificar un coliving o estancias más largas (de 3 meses o más) se ha vuelto casi esencial para ahorrar.
Cambiar de país constantemente es AGOTADOR
Este punto es super interesante porque aunque en la teoría lo hacen ver facil, la realidad es que es mucho mas complejo y agotador. Empacar y desempacar constantemente, estar pendiente de las visas, de los vuelos, de la logística… nunca terminas de agarrar una rutina al 100%. Después de 5 años, me he dado cuenta de que me toma aproximadamente 2 semanas o incluso un mes volver a mi ritmo productivo óptimo en un nuevo lugar.
Por eso, mi regla de oro ahora es: MÍNIMO necesito quedarme 3 meses en un sitio. Solo así el viaje deja de ser una distracción y se convierte en un hogar temporal donde puedo ser productiva y feliz. Los viajes de unas pocas semanas son más estresantes que otra cosa.
Puede llegar a ser muy solitario
Llegar a una nueva ciudad donde no conoces a nadie puede ser emocionante, pero también muy solitario. Todos tus amigos de toda la vida están en otras zonas horarias, y a veces simplemente da ansiedad tener que salir a conocer gente nueva constantemente.
La comunidad nómada es increíble y abierta, pero construir amistades profundas lleva tiempo. Es normal tener momentos de soledad. Unirse a grupos de Facebook, asistir a eventos de nómadas o trabajar desde colivings y espacios de coworking son estrategias claves para combatirla.
Pero a pesar de todo… lo volvería a elegir mil veces
Este estilo de vida me ha permitido conocer gente increíble de todos los rincones del mundo, pasar más tiempo con mi familia (aunque no vivamos en la misma ciudad), vivir experiencias que jamás imaginé y tener la flexibilidad de estar donde necesito, cuando lo necesito.
Lo comparto no para desanimarte, sino para mostrarte una cara más humana y realista. Para que, si decides dar el paso, lo hagas con los ojos bien abiertos, sabiendo que no estás solo/a en los momentos difíciles y que los retos son una parte natural del proceso.
¿Te sientes identificado con alguna de estas verdades? ¿Cuál te sorprendió más? ¡Déjamelo en los comentarios! Me encantaría saber tu experiencia.
