Independientemente del rubro profesional en el que te encuentres, es probable que hayas sentido algo como esto: lograste algo con mucho esfuerzo y al haberlo conseguido, sientes que «te lo ganaste». El síndrome del impostor es cuando la persona (emprendedor) no es capáz de reconocer sus propios logros y siente que no fue el.
Un ejemplo de esto también puede ser cuando finalmente cosechas algo que has trabajado por muchos meses y piensas «wow, en realidad no es tan increíble como suena. No llegué tan lejos como otros creen» y en consecuencia a esto aparece un miedo irracional a «ser descubierto como un fraude«.
¿Te ha pasado? No eres el único. Lamentablemente es un síndrome común entre emprendedores y específicamente las mujeres somos más susceptibles a él.
Qué es el Síndrome del impostor
Estrictamente, se define Síndrome del impostor como la sensación continuada de no merecer lo que se tiene.
Como les decía, este síndrome es el «culpable» de las muchas dudas que nos surgen a los emprendedores o freelancers cuando vamos a ofrecer un servicio a terceros y tememos no saber lo suficiente como para resolver lo que se nos pide, aunque sí lo seamos.
Es decir, que una persona que cambia de carrera profesional puede sufrir el síndrome del impostor aunque tenga varios años de experiencia en el área. Y que se puede sufrir, incluso, sin cambiar de carrera (o empezando la misma).
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¿Qué causa el síndrome del impostor?
Ya conocemos el término psicológico, ahora bien, hablemos de la razón detrás de su existencia. ¿Por qué nos pasa? ¿De dónde sale ese miedo?
Aunque sus razones pueden ser varias, en ocasiones es por una visión sesgada de los hechos y de nuestra percepción de cómo pasan las cosas en el mundo.
EL SESGO DE NEGATIVIDAD
El sesgo de negatividad es la falta de objetividad que tiene lugar cuando percibimos más las cosas malas que las buenas. ¿Te suena familiar? Es parecido a cuando nos enfocamos en único comentario negativo frente a 100 comentarios positivos.
Así que si alguna vez sientes que cuando cometes un «error», la tristeza o la frustración te pesan más que la alegría cuando consigues algo por lo que llevabas tiempo trabajando, ya sabes porque podría ser.
El concepto social del éxito
Aunque todos tenemos definiciones de éxito diferentes, sería mentira decir que no existe un concepto social. Lamentablemente, es común sentir una presión social por necesitar que otros «aprueben» nuestro éxito.
Hoy en día vivimos en un mundo tan público, donde todos tenemos redes sociales y con esos todo tienen una opinión. Todos opinan sobre ti, lo que haces y lo que harás. Está bien, está mal, puede ser mejor, puede ser peor, etc.
Quizás por eso las mujeres somos más susceptibles a este síndrome del impostor. Al final, sigue siendo «poco común» ver a una mujer empoderada haciendo lo que quiera con su vida y alcanzando su propio éxito sin validación de otros (aunque cada vez somos más y eso me hace muy feliz).
Siento que por eso nos podemos sentir culpables por tener éxito, porque nos vaya bien, porque «no es normal tener éxito siendo mujer» (aunque SI LO ES).
Cómo podemos manejar el Síndrome del impostor
Ahora bien, si lo que ocurre con nuestra conducta para que nos sintamos impostores es tan complejo y además nuestra infancia y juventud tienen mucho que decir en nuestras posibilidades de sufrir el Síndrome del impostor… ¿Cómo se maneja?
Pues como ocurre con todo lo que tiene que ver con la salud mental y nuestro comportamiento; no se elimina, se trabaja.
Te voy a compartir, de manera personal, lo que a mi me ha servido para manejarlo. Entiendo que todos somos diferentes y es posible que no nos sirvan los mismos puntos, por eso, quiero dejar una nota sobre la importancia de la salud mental.
Si te sientes estancado, desmotivado y por más que trabajas en ti no dejas de verte como un «impostor», te recomiendo acudir con un profesional. Desde que yo empecé terapia, mi vida ha mejorado en muchísimos aspectos. Así que siempre que puedo, lo recomiendo.
Ahora; ¿qué me ha funcionado para manejar el síndrome del impostor?
De todas las cosas que he probado, lo que más me ha ayudado ha sido trackear mi proceso. Si revisas mi celular, tengo miles de videos o fotos mías haciendo diferentes cosas. Haciendo páginas web, empacando pedidos, trackeando mi número de seguidores, etc. Y podrás decir «ajá, ¿y? ¿Cómo ayuda eso?» pues… ¡En todo!
Tener record de tantas etapas de mi vida, me ha permitido recordar perfectamente el proceso. Por ejemplo:
En el 2017 empecé un negocio de maquillaje, que fue el que inició mi trayectoria. Con el aprendí a manejar proveedores, crear páginas web, usar photoshop, crear contenido para redes, etc. Fue mi primer negocio, no tenía mucho dinero así que decidí buscar clientes que compraran en «preventa» y así poder financiar el proyecto.
Para no hacerte la historia larga, ahora lo recuerdo super suave y fácil. Sin embargo, la realidad no puede ser más alejada de «suave y fácil». Para conseguir los primeros clientes me fui a ferias de Ciudad de México, repartí cientos de miles de volantes a personas caminando en la calle y hablé con Raymundo y todo el mundo sobre mi nuevo proyecto.
Me inscribí a la incubadora de negocios de mi universidad, aprendí a hacer páginas web, aprendí a tomar fotografías para redes sociales, todo. Después de 2 o 3 meses de este trabajo (todo esto mientras estudiaba Ingeniería Civil), logré conseguir 42 clientes que financiaron el proyecto.
Imagínate pensar que «me gané» esos 42 clientes, sería absurdo.
Y me atrevo a decir que lo que me ayudó, en gran parte, a recordarme de ese proceso y sacudirme el sentimiento de impostora, fue tener «pruebas» de todo lo que hice para llegar ahí.
Así que te doy tres consejos para evitar el síndrome del impostor (o al menos reducirlo):
- Documenta todo tu proceso, toma fotos, videos e incluso si puedes grábate hablando sobre lo que hiciste ese día o cuáles son tus metas.
- Sincérate contigo mism@ y define cuál es tu concepto de éxito, cuál es el propósito que tienes en ese momento de tu vida.
- No te compares con terceros, tu proceso es único y compararte con otros es completamente injusto contigo mism@.
Por otro lado, desarrolla gratitud por lo que tienes y dale algo de claridad y contexto a los logros que has conseguido en realidad, y a los que quizá no dabas tanto valor… o se te habían olvidado.
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Mi experiencia con el síndrome del impostor
El síndrome del impostor ha sido algo que he trabajado muchísimo desde que empecé terapia, ya que ha estado desde el día que empecé a emprender. Si eres nuevo por aquí, mi nombre es Carla, llevo un poco más de 5 años emprendiendo y soy nómada digital desde el 2020.
Si me sigues en redes sociales, es posible que hayas leído algunas de mis publicaciones sobre la salud mental mientras viajas. Desde que empecé a crear contenido en para sociales (además de mi trabajo), he dedicado una cantidad de tiempo impresionante sin ver grandes resultados.
Empecé en Mayo de 2021 a postear prácticamente todos los días, aprendí a hablar frente a una cámara, investigar, grabar, editar y comunicar en redes sociales. Aprendí a usar Tiktok y posteriormente Instagram, aprendí de SEO para mi blog, a redactar, etc. Ha sido un trabajón y consecuencia a esto, en diciembre 2021 «empecé» a ver frutos de mi esfuerzo. Logré llegar a los 100,000 seguidores en Instagram, finalmente mi contenido estaba llegando a otras personas.
Fue una locura, esta una meta que consideraba tan lejana que ni la tenía en mi lista de propósitos (en mi mente podía llegar a los 20,000 como mucho jajaja). Sin embargo, fue un sentimiento muy satisfactorio ver que a tantas personas les estaba gustando mi contenido.
Una vez lograda esa meta, después del sentimiento de orgullo y alegría vino una ola un poco incómoda. Empecé a pensar «es que no lo merezco«, «no trabajé lo suficiente«, «las personas se darán cuenta que soy una farsa» y entre mil cosas más. Por un momento, se me olvidó por completo todo el esfuerzo que invertí para llegar a donde estaba.
¿Por qué te cuento esto? Porque no mucha gente lo hace y creo que hace falta empezar a hablar de temas más humanos. Todos te hablan del emprendimiento, de los viajes y del éxito como si fuera sólo eso. Sin embargo, pocos profundizan lo «incómodo» de ese proceso.
¿Alguna vez te has sentido alguna vez así? Si te identificas con lo que te estoy contando, quiero decirte que no estás sol@.
5 respuestas
me encanta , actualmente estoy comenzando a crear contenido en redes sociales , y aprendiendo hacer community manager y cuando lo soñamos es fácil pero al poner en practica todo , es muy difícil sentir esa confianza a diario , peroo como todo con ganas y esfuerzo y aprendiendo a diario SE PUEDE…
GRACIAS!!! En serio, te admiro mucho y estoy empezando algo gracias a que veo la posibilidad real de vivir de forma diferente, de creer que sí se puede con el mundo digital generar ingresos.